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martes, 3 de marzo de 2020

Bernardo de Gálvez, en la ciudad con su nombre

Descendientes de personas que lucharon en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos promueven en Galveston, la ciudad e isla tejana que lleva el nombre de Bernardo de Gálvez, un monumento ecuestre al militar malagueño por suscripción popular que se emplazará en el paseo marítimo

Imagen de la escultura ecuestre de Bernardo de Gálvez para la ciudad estadounidense de Galveston, en Texas.
La ciudad tejana de Galveston, una alargada isla en el Golfo de México que debe su nombre a Bernardo de Gálvez, saldará pronto una deuda con el militar y estadista malagueño, ya que proyecta levantar una estatua ecuestre en su honor.
Se trata de una suscripción popular promovida por el Capítulo Bernardo de Gálvez de los Hijos de la Revolución Americana, una asociación estadounidense que reúne, dividida en diferentes capítulos, a descendientes de participantes en la Guerra de Independencia de las 13 colonias inglesas contra Inglaterra.
La obra está siendo realizada por el escultor Eric Kaposta en su taller de Houston, donde ya tiene lista a tamaño real la versión en arcilla.
La estatua se emplazará asomada al Golfo de México, en la esquina de la calle 27 con el paseo marítimo de Galveston, que está considerado el más largo del mundo, con más de 16 kilómetros de longitud. Además, estará muy cerca de un conocido muelle recreativo. Para Kelly de Schaun, directora del Galveston Park Board, se trata de «un lugar icónico en nuestra isla».

Ladrillos para los donantes

Además de la clásica contribución con el envío de una cantidad a una cuenta corriente, los organizadores plantean la posibilidad de costear ladrillos por el precio de 100 o 500 dólares, que llevarán grabados los nombres de los donantes. El proyecto contempla pavimentar el entorno de la estatua con estos ladrillos, y también se colocarán placas con los nombres de los mayores contribuyentes.
No hay que olvidar la contribución de la Asociación Histórico Cultural de la Orden de Granaderos y Damas de Gálvez de Macharaviaya, que el pasado mes de octubre de 2019 donó y envió un magnífico cuadro de Bernardo de Gálvez para que promotores de este proyecto pudieran subastarlo. De esta manera, se quería conseguir el objetivo de recaudar fondos para la estatua que homenajeara al destacado militar y político macharatungo.
Además, está previsto que el monumento ecuestre tenga varias lápidas o paneles que expliquen el papel de Gálvez en la Guerra de la Independencia.
El presidente del Capítulo Bernardo de Gálvez, Bill Adrience, subraya en un vídeo introductorio del proyecto que «es importante para Galveston, para la gente que vive aquí y para los visitantes, entender el papel de Bernardo de Gálvez en la Guerra de la Independencia y el papel de España en su ayuda a la independencia de Inglaterra».
En la página web del proyecto, galvezstatue.org, se recuerda que los llamados padres fundadores de los Estados Unidos brindaron por los generales George Washington y Bernardo de Gálvez como los dos mayores responsables de la independencia norteamericana, de ahí que también se subraye la «injusticia» de que, tras la guerra hispano-estadounidense de 1898, desaparecieran de muchos libros de Historia cualquier referencia «a los patriotas españoles y mexicanos que lucharon en la Guerra de la Independencia». Este hecho explicaría tantos años de desconocimiento de la gesta del militar de Macharaviaya y por ende, de España en Estados Unidos.
En el mismo vídeo, el director de la Galveston Historical Foundation, Dwayne Jones, llama la atención sobre el hecho de que Galveston no contara a estas alturas con una estatua de la persona que le dio nombre a la ciudad. «Será una gran atracción turística pero también tendrá un papel educativo, será una oportunidad para introducir a la gente en la Historia», destaca. También interviene la directora del Bryan Museum, Joan Marshall, que resalta el papel de Gálvez como suministrador de todo tipo de materiales a los rebeldes americanos, «en un momento en que Gran Bretaña había bloqueado la Costa Este, así que realmente jugó un papel primordial».
El origen del nombre de Galveston proviene de una expedición a la zona encargada en 1785 por el propio Bernardo Gálvez cuando ya era virrey de Nueva España. El explorador José Antonio de Evia dio el nombre de Galveston (nombre españolizado de 'Galveztown') a la bahía contigua, a la isla y a un pequeño asentamiento que había en ella.
Con anterioridad, el buque inglés 'West Florida' apresado por los americanos y regalado a Bernardo Gálvez cambió su nombre por 'Galveztown' y así se llamó una de las ciudades fundadas por el malagueño en La Luisiana, abandonada hacia 1810.